*Culpa
Cuadros
de culpa o personalidades culpógenas.
Remordimientos
o auto reproches por acciones del pasado que generan una sensación interna de
desvalorización.
La
culpa puede ser consciente o no, pero de todos modos produce bloqueos
emocionales, falta de autoestima y
necesidad de castigo y auto castigo.
El
origen del cuadro puede encontrase en la infancia (en algunos casos), debido a
que los padres del sujeto eran críticos, muy estrictos o incluso con algunos
rasgos psicopáticos.
Estas
personas pueden haber sido abandonadas a temprana edad o haber sido hijos no
deseados y esta circunstancia ha generado un sentimiento de inadecuación
viviendo en forma constante con la sensación de que no son merecedores de
ningún lugar o situación en esta vida. La falta de merecimiento es un tema
central en sus vidas y esta fórmula es muy necesaria para tratar este síntoma
(incluso se puede combinar con *Fórmula
Autoestima, para lograr un efecto más rápido y más profundo)
Sentimiento
de paria.
Inconscientemente,
un sentimiento de culpa que atiende esta fórmula está asociado al hecho de
estar vivos. Esto puede deberse a varias razones; entre ellas puede que el
individuo haya sido fruto de un embarazo no deseado, rechazado por alguno de
sus progenitores o cuestiones ancestrales con los muertos de la familia. Es
probable que el sujeto sienta culpa por la muerte de un pariente y se diga a sí mismo “porqué él/ella y no yo”. En otras
palabras: preferirían estar muertos en lugar del otro. Esta situación (más
común de lo que se piensa), se denomina “mirar muertos” en las Constelaciones Familiares
de Bert Hellinger y se diagnostica con bastante facilidad, porque el sujeto
suele mirar al piso continuamente. En estos casos se puede asociar con la
fórmula Memoria Ancestral.
Padecen
muy fuertemente un exceso de autocrítica, para ellos nada de lo que hacen está
bien y suelen no aceptar ninguna clase de reconocimiento por sus capacidades o
acciones, ya que internamente se sienten muy “miserables”.
La
culpa puede tener origen en hechos reales o imaginarios, actuales o de larga
data.
La
esencia elimina todas las culpas y ayuda a generar una buena imagen de sí
mismo. También sirve para aquellas personas que tienden a sentirse culpables
por acciones de otras personas, tomando la responsabilidad sobre sí mismos.
Permite
valorizar lo mejor de uno mismo y encontrar el propio lugar en el mundo.
